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La oración continúa con las palabras "santificado sea tu nombre". Al pronunciar estas palabras, reconocemos la santidad de Dios y le rendimos homenaje. Es un recordatorio constante de nuestra necesidad de honrar y glorificar a Dios en todo momento.

Por lo tanto, podemos sostener que las oraciones simples son aquellas que cuentan con una estructura sintáctica en la que aparecen dos partes fáciles de distinguir:

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Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.

«Un día vivido sin oración corre el riesgo de transformarse en una experiencia molesta, o aburrida: todo lo que nos sucede podría convertirse para nosotros en un destino mal soportado y ciego»

En esta oración, apelamos a la confianza que nos brinda la Palabra de Dios para acudir a un amigo enfermo grave. Reconocemos que solo el Espíritu Santo puede hacer un fenómeno en este momento y le pedimos que find more info restaure su Sanidad.

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Finalmente, el Padre Nuestro concluye con la afirmación de que "tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre". Esta afirmación nos recuerda que todas las cosas pertenecen a Dios y que Él es el principio y el fin de todo.

Es precisamente en este momento y con esta ademán que debemos examinar nuestros corazones para ver cuál ha sido nuestra disposición a perdonar aquellos que han cometido faltas contra nosotros.

1. Adorar y alabar a Dios: Comenzamos la oración reconociendo y honrando la santidad de Dios con las palabras "Santificado sea tu nombre". Esto implica rendirle culto y darle la gloria que le corresponde.

De cada día implica que debemos pedirle a Dios que provea nuestras deposición diariamente. Esto nos recuerda que debemos entregarse en manos en Él y estar el presente, sin preocuparnos excesivamente por el futuro.

«La vida de oración consiste en estar de guisa habitual en presencia de Dios y ser conscientes de ello, vivir en relación con Dios como se viven las relaciones habituales de nuestra vida»

Ahora, Señor, te pedimos que seas misericordioso con ellos y que todos entiendan que todavía estás vivo en tu iglesia ahora; que se renueve su Convicción y confianza en ti; te suplicamos Jesús.